España todavía necesita mejorar la legislación en materia de protección animal, y también endurecer las penas y multas por maltrato de animales. Además, se debe exigir como requisito la implantación de un chip de identificación en las mascotas, para poder tener un control y rastreo efectivo de los responsables en caso de abandono y maltrato animal.
Gracias al gran trabajo y esfuerzo de La Guardia Civil de la ciudad de Almería, otro rescate de animales se ha llevado a cabo con éxito en una finca de Sorbas. Las autoridades encontraron en lamentables y desgarradoras condiciones a siete canes que sobrevivían encadenados dentro de la finca bebiendo agua estancada, rodeados por sus propias heces y en un ambiente completamente insalubre.
Perros abandonados y maltratados por su dueño
El estado de los perros era muy grave. Estaban tan desnutridos que no podían casi mantenerse en pie. La Guardia Civil tuvo que sacrificar a uno de los canes que sufría de gangrena en una de las patas ya que se encontraba en un estado irreversible. Por este motivo, el dueño se encuentra bajo investigación por el delito de abandono y maltrato animal.
La investigación comenzó a principios de agosto gracias a las diferentes denuncias de los vecinos de la zona. Los agentes, al inspeccionar la finca, hallaron una perrera rodeada con una valla metálica con siete perros de gran tamaño, cinco de ellos de razas potencialmente peligrosas, y todos en grave estado de deshidratación y desnutrición.
Los investigadores también descubrieron un perro muerto. En el lugar observaron heces por todos lados, orines, restos de pelo y huesos regados en el suelo. Además, encontraron que los recipientes usados como bebederos eran potes de pintura reciclados y el agua que tenían era de color verdoso.
Cuando interrogaron al dueño de la finca, admitió que solamente 4 de los canes poseían el microchip y su cartilla de sanidad, mientras que el resto no habían sido nunca revisados por un veterinario ni tenían vacunas.
Dijo que se encargaba se sacar a los perros para que se recrearan un rato, y destacó que los sacaba de uno en uno ya que se peleaban mucho. Sin embargo, las evidencias eran claras y la Guardia Civil comprobó que ninguno de los animales tenía condiciones para siquiera moverse.
Entre los perros hallados había un mastín cruzado que tenía una herida grave en el cuello causada por el uso prolongado de la cadena que lo sujetaba. Otro perro, un dogo cruzado, se encontraba totalmente esquelético, como el resto de los animales. Mientras que el rottweiler tuvo que ser sacrificado debido a que presentaba dos patas con gangrena grave, tanto que se le podía ver el hueso, además de leishmaniosis en otra de las patas.
Las autoridades solicitaron al responsable investigado de suministrar alimento y agua a los animales, así como toda la documentación de los perros y un informe veterinario. Esperemos que las autoridades apliquen todo el peso de la ley contra este maltratador de animales.
